- Vehículo/s
- M6 2.5 G.
Hace bastante tiempo escuché una historia a la que presté atención. Era un gran aficionado a todo lo referente a la cultura japonesa, ahora y a pesar de la falta de tiempo me he vuelto más "apasionado" de esta forma tan peculiar, a mi entender, de vida. Con todos su defectos y cosas bien hechas como en cualquier sociedad cada día admiro más su espíritu de superación, lección esta que llevan incrustada en sus genes.
El nombre que recordé de aquella locución radiofónica era el de Jujiro Matsuda del que traté de buscar información más tarde en algún libro, internet estaba en ciernes y no todos teníamos los medios para acceder. Si, encontré en una biblioteca una pequeña referencia a aquella historia que había oido en la radio. Unos pocos artículos que narraban parte de la vida de este señor.
No voy a contar toda su vida porque me llevaría mucho tiempo y seguro aburriría más que animaría a leerla pero ahí os queda este nombre para el que le pique la curiosidad y decida buscar.
¿Porqué se me ocurre publicar este tema..............?, pues por varias cosas, una de ellas es que recientemente volví a oír este pequeño relato y sobre todo por vuestras quejas sobre la marca, la mala atención, falta de consideración hacia el cliente, etc. Si, es una empresa que está para ganar dinero pero si el señor Matsuda se levantase, no me quiero ni imaginar lo que haría y diría, en este orden.
Jujiro nace un 6 de agosto de 1875 y el día de su 70 cumpleaños como tenía por costumbre, antes de ir al trabajo va temprano a su barbero. Como he dicho, era un 6 de agosto del año 1945, un día imborrable en muchas memorias. El día que la bomba atómica cayó sobre Hiroshima. Jujiro estaba casi en su fábrica y dicen que fue lo que salvó su vida ya que se encontraba casi a 6 km de la explosión. Aún así su coche salió despedido de la carretera sin consecuencias demasiado graves para él. La distancia también evitó que la empresa sufriera grandes daños.
Lo que me impactó de esta historia fue lo que a continuación se produjo, me salto muchas cosas porque si no me extendería demasiado. Jujiro Matsuda se reinventó, modificó, planificó y transformó su planta de Mukainada en un hospital que además era una emisora donde sus empleados ayudaron a todas las familias que pudieron, atendiendo sus necesidades y sobre todo distribuyendo material sanitario.
Este espíritu se transmitió durante mucho tiempo, el "espíritu de Mukainada" que parecía llevaban todos los mazda impreso, superación y resurgimiento.
No escribo este post con ninguna finalidad ni con ningún afán, simplemente como una anécdota o un hecho que debería estar presente a día de hoy.
El nombre que recordé de aquella locución radiofónica era el de Jujiro Matsuda del que traté de buscar información más tarde en algún libro, internet estaba en ciernes y no todos teníamos los medios para acceder. Si, encontré en una biblioteca una pequeña referencia a aquella historia que había oido en la radio. Unos pocos artículos que narraban parte de la vida de este señor.
No voy a contar toda su vida porque me llevaría mucho tiempo y seguro aburriría más que animaría a leerla pero ahí os queda este nombre para el que le pique la curiosidad y decida buscar.
¿Porqué se me ocurre publicar este tema..............?, pues por varias cosas, una de ellas es que recientemente volví a oír este pequeño relato y sobre todo por vuestras quejas sobre la marca, la mala atención, falta de consideración hacia el cliente, etc. Si, es una empresa que está para ganar dinero pero si el señor Matsuda se levantase, no me quiero ni imaginar lo que haría y diría, en este orden.
Jujiro nace un 6 de agosto de 1875 y el día de su 70 cumpleaños como tenía por costumbre, antes de ir al trabajo va temprano a su barbero. Como he dicho, era un 6 de agosto del año 1945, un día imborrable en muchas memorias. El día que la bomba atómica cayó sobre Hiroshima. Jujiro estaba casi en su fábrica y dicen que fue lo que salvó su vida ya que se encontraba casi a 6 km de la explosión. Aún así su coche salió despedido de la carretera sin consecuencias demasiado graves para él. La distancia también evitó que la empresa sufriera grandes daños.
Lo que me impactó de esta historia fue lo que a continuación se produjo, me salto muchas cosas porque si no me extendería demasiado. Jujiro Matsuda se reinventó, modificó, planificó y transformó su planta de Mukainada en un hospital que además era una emisora donde sus empleados ayudaron a todas las familias que pudieron, atendiendo sus necesidades y sobre todo distribuyendo material sanitario.
Este espíritu se transmitió durante mucho tiempo, el "espíritu de Mukainada" que parecía llevaban todos los mazda impreso, superación y resurgimiento.
No escribo este post con ninguna finalidad ni con ningún afán, simplemente como una anécdota o un hecho que debería estar presente a día de hoy.
