Bueno, el sábado aprovechamos para estrenar el Mazda6. Fuimos por carretera de montaña, concretamente a Tella, en el Pirineo aragonés. Así que aproveché para centrarme en las sensaciones que me daba el coche.
- Lo primero es el volante, su tacto, muy suave y que transmite ya de por sí mucho. El tablero de relojes sobrio, sin florituras pero a la vez bonito. La pantalla digital muestra el cuentakilómetros, la temperatura del agua, nivel de gasolina y temperatura exterior más la información que quieras ver en ese momento y el controlador de velocidad. Lo justo para conducir, que es de lo que se trata y no le pido más. Lo único que me ha extrañado es que cuando una puerta está abierta, no marque cuál de ellas lo está y que sea un chivato genérico lo que se ilumine.
- Acostumbrado a una dirección un poco más dura, me ha sorprendido la finura del Mazda. Giras el volante y el coche gira, no notas el agarre de la rueda al asfalto. No es algo reprochable, al contrario, pero al no estar acostumbrado a esa finura a veces tengo la sensación de que, a pesar de haber girado el volante, las ruedas no lo han hecho.
- También me ha sorprendido la agilidad del Mazda en las curvas realmente cerradas de la subida a Tella (y los que han estado allí saben a lo que me refiero). Mover un coche de casi 5 metros con esa facilidad es de agradecer, realmente no lo esperaba. El motor ha empujado con holgura y un trayecto con una fuerte subida y curva-contracurva de la carretera lo he solventado con comodidad. Sí que me hubiera gustado una suspensión un poquito más dura en las curvas por el balanceo que he notado, pero no es algo que extrañe porque lo mismo me pasaba con el anterior coche y de un modo más brusco.
- Sobre los ruidos: el de rodadura no he oído nada, a excepción de según que tramos de carretera con un asfalto más deteriorado. Sobre el ruido aerodinámico sólo he notado un poquito y porque he afinado el oído, como un débil soplido. El ruido más notable es el del motor, el gasolina 145cv, un rumor agradable y en nada molesto, más viniendo de un diésel muchísimo peor silenciado.
- Y sobre el consumo, no lo miré, la verdad. Esperaré a rellenar un par de veces el depósito, acostumbrarnos al estilo de conducción de un gasolina atmosférico y que el coche esté un poco más rodado para centrarme en este asunto, ver cómo responde en la vida cotidiana y algún viajecito largo que tenemos previsto para hacerme una idea.
Y hasta aquí por el momento. Os dejo una foto en Lamiana, un pueblecito cercano a Tella y que recomiendo por si algún día os acercáis por allí.