Mohi, no es una cuestión de gusto. Va en la naturaleza de cada uno, en el ADN que dicen ahora los periodistos (no confundir con periodistas).
No he visto una sola obra humana que se pueda siquiera comparar con la belleza de la montaña, con la excepción de la música.
Pollo, por si te sirve, a mis niños les di palizas desde pequeñitos, sin tener claro si no acabarían odiándome a mi y a lo que tanto me gusta. Pues no, a ambos les gusta y no se asustan por los bichitos.
Hablando de bichos, en el valle de Benasque los vaqueros estaban cambiando el ganado de pastos. La verdad es que nunca había visto tanta vaca junta. Tenían los senderos copados y me puse en cabeza para ir apartando el ganado. Je, je, nunca me he sentido tan torero.