Vaya putada de motores...en definitiva, por lo menos en mi caso, lo que me doy cuenta es que en el momento de la compra del vehículo, lo que tenía era una desinformación total...Estuve a punto de pillar el motor gasolina...pero venía de un motor diesel JTD (2.0 140cv) que por cierto era una maravilla auténtica, y por el uso del coche (30.000 km de media anuales y 99% autovía) me tiré a por el diesel de Mazda. Pequé de confiar en la buena fama de la marca (que será por los motores gasolina), todo el mundo me hablaba bien de Mazda, y al ver especificaciones me llamó la atención de que era de los pocos motores que con la nueva normativa no llevaba Adblue (menos chorradas, menos posibilidad de que falle algo). Además lo de la cadena de distribución también lo consideré como punto importante en la elección. En su momento pensé que los japos tenían un filón de motor porque habían conseguido el motor que cumplía normativa sin demasiadas "mierdas" que a la larga sólo dan problemas y en mi pensamiento estaba de tener un coche fiable para los próximos 10 años (como mínimo) y sin calentamientos de cabeza. En fin, todo esto se queda en una utopía con el paso de los kilómetros realizados... sólo nos queda a los que somos dueños de estos "petroleros" y resumido en una palabra: RESIGNACIÓN. Cruzar los dedos y esperar el mejor trato posible cuando toque llevarlo al servicio oficial y buscar una alternativa no oficial fiable para el futuro.
Con todo esto y perdón por el tocho, agradecer a todos los compañeros del foro los comentarios e información que se comparte que hace más llevadero el poseer un "majestuoso Mazda Diesel" (léase en tono irónico)
Saludos